viernes, 27 de febrero de 2009

Difícil de olvidar...

Me sigue angustiando tanto como aquella tarde. Templado, soleado, pero se contradecía con lo que estaba pasando. Y si yo hubiese analizado bien, quizás nada hubiese sucedido. Pero no fue así, y pudo haber sido peor.

Cuando miro tus ojos, te veo dormir, tan calmo. Despreocupado, como todo ser humano de tu edad. Creces día a día, tenés esas expresiones que te hacen tan único. No te pareces a Mamá, mucho menos a mí. Y sos hermoso, especial, divino, lleno de vida.

Ayer me tocó llorar en silencio, contemplándote. Tu hermanita estaba presente también, pero mirando el cielo. Y yo recordé todo de esa tarde. Tu carita azul, tus ojos cerrados, tu cuerpito frío, estabas empapado, y no supe qué pensar, me desesperé. Tu mamá me hizo caer a la realidad, con un grito cerrado. Y reaccioné. Corrí con vos a upa, hacia el único lugar que se me había ocurrido. Para cuando llegamos, ya te habías despertado. Y comencé a llorar, y puedo asegurarte que nunca sentí tanta culpa.

Hijo, te pido perdón. Por haber puesto en riesgo tu vida. Por no haber estado el suficiente tiempo, cuando estabas en la panza, o en tus primeros meses de vida. Por cada momento de no-paciencia, cuando lo que más necesitas es eso... paciencia. Porque no comparto el tiempo que quisieras que comparta con vos.

Hijo, te doy gracias. Por esas miradas tan tiernas que me regalas, por esos besos y caricias que me brindas cuando estas a punto de cerrar los ojitos y descansar. Por esos "papá" que salen de tu boca que hacen que me derrita. Por tus carcajadas cuando jugas a bañarte y bañarnos a mamá y a mí. Por tu voz cuando cantás, mirando los dibujitos en la tele. Porque sos lo que todo padre merece experimentar. Porque me das felicidad día a día...

Hijo, TE AMO...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nice brief and this mail helped me alot in my college assignement. Thank you seeking your information.