domingo, 17 de abril de 2011

Wow!

Vaya que pasa el tiempo. Uno cree o siente que no, pero es así.
Ahí andan los retoños, desarmando mi cama por enésima vez, sin un padre que les ponga límite momentáneo, aunque después van a tener que "ordenar"; los dejo hacer para no regañarlos tanto, total...
Mientras tanto, miro el gris cielo por las ventanas, espero que caiga la lluvia para no hacer nada más que escucharla. Hoy no tengo ganas de nada. Pero en serio.
También me gustaría que ella estuviera acá, no aguanto los fines de semana a medias. Yo sé que trabajo es trabajo, pero es lindo dar vueltas y vueltas en la cama hasta que nos interrumpen los niños. No es lo mismo lunes y martes que SABADO y DOMINGO. Es cuestión de tiempo, me permito creer en eso.
Ahogaré mis penas con galletitas y queso Tholem...